Autor: Paula G.
OPINIÓN:
El vaso de agua.
A veces las preocupaciones se enquistan en nuestros
pensamientos y no nos dejan centrarnos en las soluciones, en lo que sí podemos
hacer. Preocuparnos en exceso y anclarnos en pensar en los problemas nos agota,
absorbe nuestras energías y nos quita fuerzas para actuar, y para movilizarnos
hacia soluciones. Está muy bien ser consciente de los problemas y tener
presente las dificultades y los riesgos, pero llenar nuestra cabeza de
preocupaciones durante mucho tiempo nos agota emocionalmente.

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